Está bien estar triste

Durante todo este proceso, he aprendido mucho sobre las emociones. Es increíble lo poco que solemos conocer sobre ellas y si conocemos algo probablemente sea algo equivocado. Al menos ese es mi caso.

Muchas veces había creído que hay emociones “buenas” y “malas” (al menos así clasificaba las pocas que conocía), pero eso es uno de los mitos más extendidos.

Las emociones no son positivas o negativas, no son malas o buenas. Simplemente están ahí y algunas nos causaran una sensación agradable o desagradable. Y es algo obvio, preferimos estar alegres que estar tristes. La alegría nos ayuda a llevar mejor el día, nos da fuerzas. La tristeza por el contrario hace que nos sintamos débiles, nos quita muchas veces las ganas de hacer cualquier cosa.

Pero estar triste no significa que haya algo malo con nosotros, o que tengamos que intentar cambiarlo automáticamente por alegría. Solo hay que dejarla estar.

Llevo varios días sintiendo tristeza, por muchos motivos. Lo estoy llevando lo mejor que puedo y sé que tarde o temprano esto pasará y vendrán días mejores. Y podré mirar atrás y darme cuenta que no estaba tan mal.

Está bien estar triste.