Cháchara

El amor, es esa emoción que me intriga más, podría decir que es la emoción que más he tenido presente. Es la que puedo identificar fácilmente, es la que mejor me hace sentir y quizás la que más disfruto. Muchas cosas se han dicho del amor, también se han hecho muchas cosas, algunas muy buenas y otras no tanto. Es una emoción que nos mueve, que nos da fuerzas para hacer cosas que no pensábamos que podríamos hacer.

Continuando con el ejercicio de identificar canciones con emociones, ahora me toca elegir canciones que relaciono con la tristeza. Esta parte quizás no ha sido tan fácil de hacer ya que prefiero evitar sentirme más triste estos días, pero creo que también me servido para poder controlar un poco la reacción que tengo al sentir distintas emociones. Por ejemplo luego de escuchar alguna de estas canciones puedo escuchar otra de la lista anterior, y eso hace que me sienta un poco mejor.

He empezado a hacer el ejercicio de identificar canciones con emociones y la primera que he elegido es la alegría. He empezado con esta emoción por que puede ser la más fácil, y así también aprovecho de animarme un poco. Suelo escuchar mucha música, cuando voy por la calle, cuando estoy trabajando, en casi cualquier momento suelo tener música de fondo, aunque últimamente he estado escuchando más podcasts o directos de Twitch.

Parte de los ejercicios que me ha pedido que haga la terapeuta es intentar buscar canciones que pueda relacionar con las emociones básicas: Amor, miedo, tristeza, ira, poder (motivación), alegría. Es un ejercicio que me llama mucho la atención, por que la música siempre ha sido parte de mi vida. Puedo relacionar canciones con momentos importantes de mi vida. Algunas veces si escucho una canción puedo recordar lugares, personas, sensaciones.

Hoy he tenido otra sesión con la terapeuta, hemos hablado de las emociones, de lo que hacen sentir, del efecto que tienen. Me ha dicho que es muy importante identificarlas y sentirlas, saber que están ahí, es algo que nos pasa a todos, pero no todos sabemos como gestionarlas. Muchas veces no sabemos por que las sentimos. Otras veces, si nos damos cuenta de que están ahí, intentamos justificarlas o intentar darles sentido para entender por que afectan nuestro estado de ánimo o nuestra actitud.

Hoy empieza oficialmente la rutina, después de un verano en el que no pude disfrutar ni descansar tanto como esperaba. Por un lado es bueno, por que puedo ocupar mi mente en hacer cosas que me interesan y que disfruto, son cosas que me ayudan a mantener contacto con gente que comparte los mismos intereses que yo. Puedo olvidarme por un rato de algunos problemas de la vida diaria. Me distraigo un poco y puedo desconectar del trabajo.

Los fines de semana son esos días donde más echo en falta estar con L. Pero este sa sido un fin de semana diferente. He aprovechado de descansar un poco y quedar con unos colegas a tomar algo. Me he dado cuenta que hacer esto no es algo que me llene, pero me distraigo, me divierto un poco, y creo que eso no me viene mal. Pero lo que ha hecho que este fin de semana sea diferente, y que creo que me ha hecho bien ha sido poder quedar y hablar con L.

Hoy tuve otra sesión con mi terapeuta. Hemos empezado a hablar sobre las emociones y como conectar con ellas. Este es uno de los objetivos que quiero cumplir durante estas sesiones, por que me he dado cuenta que es una de las áreas donde más tengo que trabajar y que quizás es la que causan más problemas. Lo que he aprendido es que las emociones están ahí, muchas veces (mi caso) las ignoramos o no le damos mucha importancia.

Necesito aprender a relajarme un poco, estuve unos días fuera, intentando desconectar, y aunque estaba en un pueblo con playa y en el lugar donde me estaba quedando había piscina, no podía dejar de pensar en muchas cosas. Estoy en un proceso de pensar, analizar y comprender lo que ha pasado y las posibles razones de ello. Esos días que estuve fuera a pesar de estar solo y en lugar super tranquilo no dejaba de pensar, el primer día no pude disfrutarlo como hubiese querido, pero los días siguiente pude descansar un poco.

Sigo examinando y analizando el tema del individualismo, para tratar de entender el problema y ver si soy capaz de solucionarlo, o al menos darle un enfoque donde no me afecte tanto a mi y a otros. No soy una persona que quiera hacer daño a otros, tampoco disfruto con el sufrimiento de nadie, incluso si pudiera pensar que se lo merecen. Pero si es verdad que suelo intentar no involucrarme en los problemas de los demás, sobre todo si no lo expresan directamente.