Los fines de semana son esos días donde más echo en falta estar con L. Pero este sa sido un fin de semana diferente.
He aprovechado de descansar un poco y quedar con unos colegas a tomar algo. Me he dado cuenta que hacer esto no es algo que me llene, pero me distraigo, me divierto un poco, y creo que eso no me viene mal.
Pero lo que ha hecho que este fin de semana sea diferente, y que creo que me ha hecho bien ha sido poder quedar y hablar con L. Ha sido algo repentino, no me lo esperaba, pero ha sido una muy buena sorpresa.
Hemos podido hablar, me ha contado cómo lleva su proceso y yo le he contado cómo llevo el mío.
Las emociones que he sentido, han sido por un lado alegría, por que solo al escucharle o verla me hace feliz. También he sentido tranquilidad y calma, por que le he podido explicar como me encuentro, todo lo que estoy haciendo y como estoy trabajando en ser mejor persona. Pero también he sentido un poco de tristeza, por que he recordado el daño que le he causado. A pesar de eso, tengo muy claro que quiero solo enfocarme en las partes buenas y no dejar que las emociones negativas me afecten más de lo necesario.
Es muy difícil gestionar mis emociones, sobre todo los fines de semana, por que ya no tengo esa cotidianidad con L, esa emoción de poder pasar tiempo con ella y compartir tantas cosas. Pero, voy a fijarme en las cosas positivas, como el trabajo que estoy haciendo y la meta que tengo de poder ser mejor. Estar preparado por si acaso, en cualquier momento, pueda tener una oportunidad de demostrarle a L que soy esa persona que puede compartir su vida con ella y ofrecerle muchas cosas.